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¿Qué pasó después del pecado original? |
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Antes que nada: el pecado original no
es el principio de la historia. Antes del
pecado original, existió una bendición
original dada por Dios al hombre, un
“beso de amor”, en el que Dios sopla su
amor sobre el varón y la mujer y los
bendice diciéndoles: “Crezcan y
multiplíquense, dominen sobre todo lo
creado…”.
La Biblia nos enseña, por medio de un
relato simbólico, que después de esa
bendición de Dios, el mal se introdujo
en el mundo a causa de una elección del
hombre. Usando de la libertad que Dios
le había regalado para amar, el hombre
eligió no amar. ¡Un desastre! El pecado
y la muerte hicieron su aparición en el
mundo. La Biblia, en un lenguaje
simbólico nos dice que Adán y Eva
fueron arrojados fuera del Paraíso, a un
lugar de sufrimientos y trabajos, en
donde tuvieron que empezar a construir
una nueva historia. |
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Después del pecado original, hay tres relatos que nos muestran la
calamidad que el pecado introduce en el mundo, haciendo crecer el mal y
expandiéndose por todos lados, de generación en generación:
1. Caín y Abel: Génesis 4, 1-16
Caín y Abel fueron los hijos de la primera pareja. Sus relaciones estaban
marcadas por los celos y la rivalidad. Caín envidiaba a Abel y lo terminó
matando. El Señor dijo a Caín: “¿Dónde está tu hermano?”. Caín respondió:
“No sé. ¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?”. Este relato nos muestra
por primera vez a un hombre quitándole la vida al otro, a un hombre que no
se quiere hacer responsable de la vida de su hermano. |
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2. El diluvio: Génesis 6, 7. 8
El relato del diluvio nos muestra a la humanidad sumergida en el mal, ahogada
por el pecado que todo lo destruye y todo lo arrasa. Dios se muestra solidario
con el hombre, salvando a la humanidad, por medio de la intervención de Noé
que construye un Arca para salvar la creación. El diluvio se precipitó durante
40 días sobre la tierra. Terminado el diluvio, Noé y su familia bajaron a la
tierra con todos los animales, y Dios les dijo: “Yo estableceré mi Alianza con
ustedes; los hombres ya no volverán a ser exterminados por las aguas del
diluvio, ni habrá otro diluvio para devastar la tierra”. |
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3. La torre de Babel: Génesis 11, 1-9
El relato de la torre de Babel nos muestra cómo el pecado crea
confusión en el mundo. Los hombres vuelven a querer “alcanzar” a
Dios, construyéndose una torre muy alta para llegar al cielo. Pero el
resultado es otra vez el fracaso, ya que todos comienzan a hablar en
lenguas diferentes, lo que les hace imposible entenderse y
comunicarse… ¡y terminar la obra que habían comenzado!
Moraleja de tanta leyenda:
Lo que la Biblia nos cuenta son relatos que ilustran nuestra propia
situación, nos hablan de nuestra propia vida. Por supuesto que todos
los días no nos encontramos con serpientes astutas y tentadoras, ni
con celos asesinos, ni con grandes diluvios, ni con confusiones...
Pero la experiencia de pecado está siempre presente en nuestra
vida. |
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Miremos nuestra propia vida, la vida de nuestros amigos de grupo y la realidad de nuestro país y el mundo. ¿En
qué situaciones tenemos celos y rivalidades y queremos hacer que los demás “desaparezcan” y no existan, como
hizo Caín con Abel? ¿En qué situaciones descubrimos que el pecado arruina todo, arrasando nuestros planes y
proyectos como si fuera un diluvio universal? ¿Qué situaciones generan caos y confusión, haciendo que no
podamos trabajar unidos y que fracasen nuestras tareas, como en la torre de Babel? |
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