La sexualidad es lo que nos define como varones o como mujeres. Nacemos con una sexualidad
determinada que se manifiesta en nuestro cuerpo, en nuestra psicología y en nuestro espíritu.
Gracias a la sexualidad, varones y mujeres podemos comunicarnos, entregarnos, amarnos y
unirnos para dar una nueva vida. Nuestras sexualidades se atraen y se complementan. La
sexualidad expresa la totalidad de la persona y crece y se desarrolla en las sucesivas etapas de
la vida.
Nuestros impulsos, la energía vital que nos corre por el cuerpo, nuestros sentimientos y afectos,
nuestra manera de expresar lo que sentimos y pensamos, todo está llamado a integrarse
armónicamente en nuestra sexualidad. De esta integración, de su armonía, equilibro y
coherencia dependerá nuestra capacidad de amar y por lo tanto nuestra felicidad. El Espíritu
Santo unido a nuestro espíritu nos ayuda y nos guía para que nuestra sexualidad refleje el amor
para el que fuimos creados. |