Pedro vivía en Cafarnaún
(una ciudad a orillas del
mar de Galilea) con toda
su familia. Vivía con él
también su suegra. Jesús
siempre que andaba por la
zona, se alojaba en la casa
de Pedro. Un día cuando
Jesús llegó a la casa de
Pedro, encontró a la
suegra de este en cama
con fiebre. Le tocó la
mano y se le pasó la
fiebre. ¡La curó! Ella se
levantó y se puso a
servirlo. Esta mujer nos
enseña que Dios siempre
quiere curarnos y
ayudarnos… ¡para que
después nosotros podamos
ayudar y servir a otros!
Texto bíblico: Mt 8, 14-15 |