Apóstoles, según su etimología, es una palabra que viene del latín, apostolus, que a su vez esta viene del
griego apostolós y su significado es: ‘uno que es enviado’. También apóstol es ‘un mensajero autorizado para
representar a quien lo envía’.
El Nuevo Testamento, al hablar de los apóstoles de Jesús, se está refiriendo siempre al grupo de los doce que Él
eligió para que fueran sus amigos. No los eligió porque eran los mejores ni los más sabios ni los más poderosos entre
sus discípulos. Incluso, en más de una ocasión, el Evangelio nos habla de sus “metidas de pata”, y se ocupa de
dejar bien en claro que eran los primeros en no entender nada. Sin embargo, ellos fueron los elegidos y ordenados
por Jesús en la Última Cena como sacerdotes y recibieron de Él la misión de predicar el Evangelio en todo el mundo
(Mt 28, 19-20).
En el momento de la muerte, todos lo abandonaron y uno de ellos, Judas, lo traicionó. Más tarde, fueron testigos
de la Resurrección de Jesús y, en Pentecostés, recibieron poder para entender y actuar según el Evangelio.
Los Apóstoles son los primeros pastores de la Iglesia, bajo Pedro, el jefe de los Apóstoles. Ellos a su vez eligieron a
otros pastores, y de este modo dieron comienzo a la sucesión apostólica, que es uno de los signos de la verdadera
Iglesia. |