Aun en las tormentas,
aun cuando arrecia el mar.
Te alabo, te alabo en verdad.
Aun lejos de los míos,
aun en mi soledad,
te alabo, te alabo en verdad.
Pues solo a ti te tengo, Señor,
pues tú eres mi heredad.
Te alabo, te alabo en verdad.
Aun en las tormentas,
aun cuando arrecia el mar.
Te alabo, te alabo en verdad.
Aun sin muchas palabras,
y aunque no sé alabar,
te alabo, te alabo en verdad.
Pues solo a ti te tengo, Señor,
pues tú eres mi heredad.
Te alabo, te alabo en verdad. |