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Puede ser presentado para ser santo cualquier católico que haya muerto y sea conocida su vida por su santidad y por haber vivido las virtudes cristianas en grado heroico, y por interceder desde el cielo de forma milagrosa ante quienes se lo piden. Cuando se presenta a un candidato para que sea reconocido como santo, se inicia una «causa» ante la Santa Sede, en la que la Congregación para la Causa de los Santos estudia y se investigan todos los datos de su vida.
Existen varios pasos o nombramientos antes de declararlo santo:
– Primer paso: se lo llama «Siervo de Dios».
– Segundo paso: se lo confirma como «Venerable».
– Tercer paso: se lo nombra «Beato».
– Cuarto paso: se lo aprueba como «Santo».
Actualmente existen muchas causas argentinas abiertas en la Congregación para la causa de los Santos.
Hacé clic aquí para conocerlas. |
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