El sacramento de la reconciliación nos perdona los pecados y nos da la gracia para crecer en la amistad con Dios.
No podemos dejar de cometer pecados, pero sí podemos tener el deseo enorme de no cometerlos, y podemos pedirle perdón a Dios, que es misericordioso y que nos perdona siempre en el sacramento de la reconciliación.
Para celebrar el sacramento de la reconciliación, tenemos que cumplir los siguientes pasos:
- ... arrepentirnos de nuestros pecados,
- ... confesar nuestros pecados al sacerdote,
- ... hacer el propósito de reparar nuestras faltas.
Y el sacerdote, imponiendo las manos sobre nuestra cabeza nos da la absolución diciendo: «Yo te absuelvo de tus pecados, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo». |