SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS
Patrona de las misiones
Teresita nació en Francia, en un hogar cristiano una noche fría de invierno, el 2 de enero de 1873. Sus padres eran Luis Martín y Celia Guerin. Recibió una esmerada educación y formación cristiana. No abandonaba nunca sus oraciones diarias y, desde pequeña, oraba diciendo: «Señor, que siempre te quiera y nunca te disguste».
Era alegre, y hacía muy felices a todos con su presencia. También era algo caprichosa, por ser las más pequeña de la familia.
Cuando Teresita tenía 4 años, se murió su mamá. Entonces le dijo a su hermana mayor que fuera ella su nueva mamá: «Paulina, tú serás mi mamá». La familia se mudó a la ciudad de Lisieux.
Fue muy feliz ayudando a los pobres y cuando les daba algo, siempre les sonreía. Se preparó durante 4 años con oración y con sacrificios para hacer su primera Comunión. En todo quería ser buena y buscaba siempre responder haciendo el bien, aunque la ofendieran. Desde muy pequeña, rezaba por la conversión de los pecadores.
A los 15 años, Teresita se consagró totalmente a Dios. Se hizo monja carmelita. Ofreció su vida por los pecadores y por los sacerdotes.
Murió muy joven, a los 24 años. Durante su enfermedad, ofreció todos sus dolores y cansancios por los misioneros; por eso, sin salir nunca del convento, fue una gran misionera y fue considerada desde siempre la «patrona de las misiones» junto con san Francisco Javier. |