NUESTRA SEÑORA DE ITATÍ
Patrona de Corrientes
En el siglo XVI, existía en la provincia de Corrientes un lugar llamado Yaguarí, en donde vivían unos pacíficos indios guaraníes, que se dedicaban a trabajar la tierra. Era una reducción de los misioneros y allí veneraban a una imagen de la Virgen. Era una imagen de madera de 1,26 m de alto tallada en madera por los indios que habitaban la región de los Itatines. La Virgen tenía el rostro moreno y redondo como todas las tribus guaraníes.
Años después, un malón de indios salvajes atacó la reducción destruyendo la capilla y llevándose la imagen. Pero al día siguiente, la imagen fue encontrada a orillas de un río. Todos quedaron sorprendidos, por la forma milagrosa en que la imagen había conseguido escapar de los indios y volver a ese lugar. Allí mismo, años más tarde se levantó un poblado, al que en honor de María se lo llamó Itatí. Allí se construyó una capilla para venerar a María, que con valor había «escapado» de los enemigos. Su fama se extendió pronto por todas las poblaciones vecinas, y de todas partes llegaban a pedirle sus favores. Al comenzar el siglo XVIII, la ciudad de Itatí era una ciudad grande que tenía mucho ganado y campos sembrados. Esto despertó la codicia de tribus salvajes que en malón decidieron saquear la ciudad. El pueblo entero acudió a la capilla a suplicarle a la Madrecita que intercediera por ellos. Los salvajes ya avanzaban sobre Itatí, cuando la tierra se abrió dejando una brecha, y un torrente surgió de entre ella impidiendo el paso de los atacantes.
Muy grande es la devoción que todo el pueblo de Corrientes rinde a María bajo la advocación de Nuestra Señora de Itatí. Ella fue coronada como reina por orden del papa León XIII el 19 de julio de 1900, y declarada después como patrona y protectora de la provincia de Corrientes. |