NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO
Patrona de la ciudad de Rosario
Cerca del año 1730, una tribu de pacíficos calchaquíes abandonaron la reducción que ocupaban al norte de la provincia de Santa Fe, debido a los constantes ataques de otras tribus vecinas, y se ubicaron en un lugar al sur, conocido con el nombre de pago de los arroyos, junto al río Carcarañá. Comenzaron a construir un poblado, al que con el tiempo se sumaron más y más pobladores, atraídos por las buenas tierras y por la amabilidad de los calchaquíes. Debido a la enorme devoción de los indios a la Virgen del Rosario, ese poblado fue bautizado con el nombre de Rosario de los Arroyos, en honor a la Madre de Dios. Al poco tiempo, mandaron a pedir a España una imagen de la Virgen del Rosario para colocar en la capilla del pueblo. Todos los habitantes del lugar acudieron con fe a la primera Misa celebrada por el padre Diego de Leiba, primer capellán del Santuario. Con el tiempo, fueron muchos los favores que María les concedía a sus hijos de Rosario de los Arroyos: los protegió de las pestes, de las sequías e incendios mostrándoles así su cuidado y amor maternal. El 12 de octubre de 1823, los vecinos y la junta de representantes de la ciudad, se reunieron en asamblea para nombrar a la Virgen del Rosario como patrona y protectora de la ciudad.
Hoy la imagen de la Virgen del Rosario está en la hermosa catedral que el pueblo de Rosario construyó para ella. El papa Pío XII le otorgó en 1942 la corona de Reina, y fue coronada en octubre de 1942 por el Primado de la Argentina, el cardenal Copello. Todo el pueblo de Rosario venera y ama a la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario, y siguen pidiéndole a ella que los proteja y los cuide.
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