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Betina es catequista y asistente social. Hace ya algún tiempo que visita una vez por semana la cárcel de mujeres de la ciudad.
«Tengo 29 años. Uno de los momentos más importantes de mi vida fue la elección de mi carrera ¿Cuál? Servicio Social. ¿Por qué? Porque quería estar más cerca de las personas que sufren y acompañarlas ayudándolas en sus necesidades.
Desde hace un tiempo, vamos todas las semanas con un grupo a visitar a las mujeres que están en la cárcel. ¿Qué es lo que hacemos? Simplemente eso: visitarlas. A veces nos piden consejo, o quieren que les enseñemos la palabra de Dios. Otras veces, nos invitan a rezar con ellas o a rezar por ellas. A veces simplemente las escuchamos. Es importante para ellas sentir que no están abandonadas, que alguien las visita y las abraza en su pobreza». |
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