Investigamos en grupos:

1. Jesús también estuvo preso la noche antes de morir, encarcelado en un sótano de la casa en donde funcionaba el Sanedrín. Lo leemos en Mc 14, 53- 65.

2. Nos conectamos por teléfono, correo postal, correo electrónico o internet con los agentes de Pastoral carcelaria y les pedimos que nos hagan llegar información sobre las tareas que ellos realizan. (Para hacerlo, podemos pedir los datos llamando a la iglesia catedral de nuestra ciudad o al obispado. También están los teléfonos en la guía, o se pueden encontrar en la secretaría de la parroquia).

3. ¿Qué podemos hacer nosotros por las personas que están presas? Pensamos en tres ideas y, entre todos, votamos por la que más nos gusta.