SANTA TERESA DE ÁVILA
El castillo interior
Teresa nació en España, en la ciudad de Ávila, el 28 de marzo de 1515. Su madre murió cuando ella era muy pequeña, y desde siempre quiso entregar su vida a Dios y, a los 20 años, ingresó en el Convento Carmelita de la Encarnación. Dejar a su padre y a sus hermanos le causó gran dolor.
Fue una mujer fuerte, valiente y decidida, de una gran ternura y con mucho sentido del humor. De algo estaba segura: ella quería amar a Dios sobre todas las cosas. Era maestra en el convento donde vivía, y enseñaba a las monjas más jóvenes a amar a Dios y a rezar. Todas le preguntaban: «Teresa, ¿cómo puedo amar cada día más a Dios? ¿Qué tengo que hacer para rezar? ¿Qué cosas hay que decir en la oración?». Y Teresa, con mucha paciencia les enseñaba y les daba consejos acerca del amor y la oración.
Teresa fue una gran religiosa que impulsó muchos cambios y reformas en los conventos y en la manera de vivir de las monjas. También fue una gran escritora y escribió muchos libros enseñando a todas las personas a amar a Dios y a los hermanos. En su último libro, Dios le dio una idea brillante: comparó nuestro corazón con un castillo que tiene siete habitaciones. Y en el centro del castillo, en la habitación más importante, vive el rey del castillo, que es Jesús. Teresa decía que la puerta de entrada a este castillo es la oración y que, con el amor y la oración, toda la vida se hace un camino donde pasamos por siete etapas o habitaciones que señalan nuestro crecimiento en la amistad y en la unión con Dios, hasta llegar al centro del castillo en donde se realiza la unión o el matrimonio espiritual con Jesucristo. ¡Es una linda idea!
Es autora de un poema muy conocido y rezado por todos: |
Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia
todo lo alcanza;
quien a Dios tiene
nada le falta:
solo Dios basta. |