Los inicios
Desde los comienzos, el padre Alberione animó en sus hijas e hijos el celo misionero de san Pablo: "nuestros confines son los confines del mundo". Así, con pocos años de fundación, comenzó a enviar a los primeros misioneros a diferentes países del mundo.
En el año 1931 se abrió en Argentina un camino de esperanza. El 31 de diciembre de ese año desembarcaron en Buenos Aires, procedentes de Italia, dos religiosas de las Hijas de San Pablo, las hermanas Ester Innocenti y Caterina Carbone, y fundaron en Argentina la primera casa de Paulinas.
A los pocos meses de estar en la Argentina, las dos Hermanas, comenzaron el apostolado visitando a las familias con unos pocos libros y una Biblia en idioma italiano -para las familias italianas, que eran numerosas. Después de cinco años les llegaron de España las Biblias en español, que fueron muy bienvenidas.
Con la llegada desde Italia de la hermana Romilde Barbati y el ingreso de las primeras vocaciones, en 1936 se funda la casa de Rosario. Luego de cambiar de casa varias veces, en 1938 se logró comprar en Buenos Aires -con mucho esfuerzo- una casa pequeña, pero con un terreno grande que les permitiría efectuar en el futuro una construcción adecuada para una comunidad y un apostolado que crecía, día a día.
De Italia fueron llegando otras Hermanas que para alegría de las primeras no solo hicieron crecer el número de las Hermanas de la comunidad, sino que también dieron un gran impulso a la misión. También se agregaban las jóvenes –primeras vocaciones de Argentina- que pedían ingresar a la Congregación.
La imprenta
Muy pronto se pudo adquirir una sencilla máquina de imprimir, y comenzaron a imprimirse hojas y folletos pequeños; y los primeros y modestos libros de formación. Poco a poco, se fueron comprando máquinas impresoras y otras herramientas necesarias para imprimir, hasta lograr instalar una imprenta que funcionó por muchos años, atendida por las mismas Hermanas y jóvenes aspirantes.
En 1934 se editó el primer número del periódico Buen Ángel, de instrucción religiosa para el pueblo; y en 1941 nace la revista Familia Cristiana, que fue recibida con interés y alegría entre las familias argentinas.
Con el tiempo y gracias a la imprenta fueron aumentando las ediciones de los libros, folletos, y se agregaron los Documentos de la Iglesia, afiches, catecismos, etcétera.
Sampablo Film
El apostolado del cine, con el nombre de SAMPABLO FILM comenzó en 1952, alquilando películas en corto y largometraje en 16 mm a Parroquias, Colegios, Instituciones. Con los cambios tecnológicos se incorporaron las películas comerciales en 8 mm, sucesivamente, fue reemplazado con el video y, actualmente, con el DVD.
La difusión
Se incrementó la difusión visitando familias, colegios y diversas instituciones, llevando los libros y la revista. En distintas Parroquias se organizaron Jornadas Bíblicas y de la Buena Prensa, donde casi todas las familias del pueblo adquirían la Biblia y asistían a las charlas.
En las décadas del 60 al 90 se difundían mensajes a través de temas musicales, grabados en casetes, reemplazados ahora por los discos compactos. También se prepararon temas en audiovisuales. Las Hijas de San Pablo están presentes también en: exposiciones, ferias del libro, charlas, presentaciones de libros, entrevistas por radio y en los colegios con los libros de catequesis.
Las librerías y la Editorial Paulinas
Pocos años después de la fundación en Buenos Aires, comenzaron a establecerse comunidades de Hermanas en el interior del país, cada comunidad realizaba el apostolado con una librería PAULINAS. La primera comunidad se radicó en Santa Fe, en 1940, actualmente es atendida por laicos.
Se abrieron, después, las librerías en las provincias de Mendoza, Tucumán (1954), Chaco (1958), Corrientes, Buenos Aires, en las ciudades de La Plata, Rosario, Añatuya (1992), y en los países vecinos de Uruguay (1964) y Paraguay (1994); últimamente se han abierto librerías en Bahía Blanca, Moreno, Santa Rosa. Algunas de las librerías son atendidas por laicos.
Con los años y recursos, fue creciendo en cantidad y calidad. Las ediciones de libros, CD y DVD, se abrieron a autores reconocidos nacionales y extranjeros, enriqueciendo el catálogo de Paulinas. |